Mi historia
Como ya lo sabes mi nombre es Liliana Contreras y soy la orgullosa mama de 5 hijos (entre 4 y 19 años), tengo 3 angelitos en el Cielo y también soy la mama de un pequeño gato llamado Mozart .Soy mexicana de Nacimiento y Canadiense de corazón; así es, mi Señor me dio el regalo de empezar de cero en un país totalmente extraño para mí, del cual no entendía nada (empezando por el idioma), en el cual no existían las tortillas (afortunadamente eso cambio después de poco tiempo), y en el cual el frio y la nieve congelan a cualquiera (literal!), pero que se ha convertido en mi hogar desde hace más de 15 años.
Para la Gloria de Dios, soy felizmente casada, aunque se de sobra que esto no es mérito mío, ya que yo soy super impaciente, explosiva, desesperada, impulsiva, necia, etc, etc, etc pero Dios en su infinito amor me dio a un hombre que tiene mucha (demasiada diría yo!) paciencia.

Como podrás imaginar, mi historia personal es bastante larga, y te la iré contando poco a poco, lo que si te puedo asegurar es que esta misión es muy importante para mí, empezando porque yo crecí con una mamá a la que le costó mucho simplemente ser mama, que tuvo que cargar con mucha violencia emocional toda su vida, con el estigma de ser mama soltera, durmiendo poco, corriendo todo el día, sin tiempo para ella y muchas veces sin tiempo para sus hijas, más todos los problemas de la vida por supuesto (como un trabajo no reconocido o incontables heridas de su infancia), por experiencia personal sé, que si mi Madre hubiera tenido todas las herramientas que yo tengo hoy, hubiera logrado no solo vivir con mucha más plenitud como mujer, pero también con un corazón más libre, más en paz y más lleno de amor y eso se habría reflejado en nosotras sus hijas. Definitivamente, no soy nadie para juzgarla, pero como mama puedo ver en mis hijos esto, la diferencia que ha hecho en mi matrimonio, en mis hijos e incluso en mi corazón el tener estas herramientas que me permiten cuidar de mi salud espiritual, fisica, mental y emocional han sido enormes, como el día y la noche y por eso quiero compartir lo mucho o poco que he aprendido y que sigo aprendiendo. Porque nuestros hijos merecen mamás felices, plenas y con paz en el corazón, y esto es fundamental para hacer de este un mundo mejor.
Para nada me siento perfecta (o como la mamá de los pollitos), simplemente creo que Dios no nos quiere ver mamas solas, tristes, o sintiendo que el ser mamas es una carga muy pesada o una cruz, por supuesto que hay dificultades muy grandes, pero cuando tú tienes el mindset correcto y por supuesto a Dios en el centro de tu corazón la vida es otra, nada parece tan grave porque sabes y sientes que todo está en manos del Señor y que con la intercesión de nuestra Madre Maria Santisima nada puede salir mal.