AUTORA
Lic. Olga Valderrama
Psicólogo clínico / Psicoterapeuta / Terapia de Pareja
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¿Que hago con ella?
"Zona de confort" es un título tan usado. Es una de las excusas más frecuentes que se utilizan para explicar el porqué no hago las cosas.
Pero... ¿Sabes lo que es? ¿Qué hacer con ella? ¿Cómo cambiarla?
De eso hablaré un poco hoy en este artículo
Como siempre me gusta empezar por definir. El marco conceptual claro y el contexto, son dos referentes importantes que te ayudan a comprender mejor una situación.
Para mí la zona de confort es un espacio que te brinda la ilusión de seguridad.
¿Por qué ilusión? Porque esa seguridad NO ES REAL. Pero creemos que sí!
¿Qué es en realidad?
En el fondo es un espacio CONOCIDO. Ya sé por donde me van a venir los golpes, y eso hace que me duelan un poco menos, y que crea que tengo el control. Contribuyendo a la ilusión de seguridad.
Lo que suele generar que te quedes estancad@ en esa zona conocida es el MIEDO. Temor a lo desconocido, a lo que no manejo con total seguridad.
Muchas veces es debido a una gran inseguridad en TI, en tus habilidades, en tu capacidad de solventar y enfrentarte.
Ejemplos...
¿Con cuál te identificas?
¡NO! Nada es obligatorio. Pero si es importante que estés consciente que estás en ella y las razones por las cuales prefieres quedarte ahí.
La naturaleza es sabia, si creo este mecanismo de defensa es por algo. En algunos contextos es funcional.
Ejemplo: Estás en una guerra y salir implica poner en riesgo tu integridad física. Esto o lo justifica, pero puede ser una explicación válida.
"En la vida toda decisión es una apuesta"
Esto implica que cualquier decisión tiene pérdidas y ganancias. Tú decides si apuestas o no.
Es decir, si deseas apostar a salir de tu zona de confort, con sus pérdidas y ganancias, o prefieres apostar por quedarte en ella, con sus pérdidas y ganancias.
Al quedarte en TU ilusión de seguridad y control, caes en la monotonía, que en principio es falta de placer. Por eso dejas de experimentar, de disfrutar, de vivir.
Es decir, no apuestas. Peor la ventaja es que es poco probable que pierdas lo que tienes.
Si sales de tu zona de confort pierdes tranquilidad. Todo reto implica ansiedad, estrés, invertir tiempo y energía.
Pero ganas en experiencia, en conocimiento, en disfrute. En la posibilidad de obtener un logro y demostrarte que lo vales. Puedes ganar satisfacción y felicidad, lo que contribuye a tu paz
"Tú decides si la apuesta vale la pena"
Lo primero es reconocer qué estas en TU zona de confort. Es el primer paso, no puedes cambiar lo que no conoces.
Poder cuestionarlo. Implica conocer esas apuesta de la que hablaba arriba, es decir, ¿qué arriesgas en cada caso?
Decidir ¿cuál de las dos opciones tiene mayor peso emocional para ti? Es decir, cuál te duele más que no ocurra, generalmente ahí está tu decisión.
Saber qué pasos prácticos te pueden ayudar a ejecutar esa decisión. En algunos casos esta es la parte más difícil. Incluye derribar mitos que mantienes.
CONCLUSIÓN
La zona de confort no es una zona agradable, pero si la que te brinda la ilusuón de seguridad y control.
Generalmente es monótona y te permite sobrevivir.
Buscas excusas racionales que la justifiquen, para no aceptar TU MIEDO.
El primer paso para salir de ella es reconocerla.
A veces lo más difícil es saber como manejar la práctica.
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