AUTORA
Lic. Olga Valderrama
Psicólogo clínico / Psicoterapeuta / Terapia de Pareja
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La infidelidad es uno de los principales motivos de consulta en una Terapia de Pareja.
Es un tema delicado y complicado de tratar, debido a las repercusiones que puede tener en la relación conyugal, porque denota un quiebre en la confianza y el respeto que debe existir entre los miembros de la pareja.
Una relación de pareja está conformada por dos personas, lo que en general se conoce como una relación lineal, visualmente se representa así:
A ------------------ B
Cuando ocurre una infidelidad uno de los dos miembros facilita el que a la relación se sume un tercer integrante, creando un "Triángulo Amoroso", lo que se representa visualmente de la siguiente manera:
A -------------------- B
/ /
/ /
C
Imaginemos que en este ejemplo "B" es la persona infiel. "A" no puede evitar sentirse desplazad@ por "C", es algo natural y esperable.
No importa las características de la infidelidad: tiempo, seriedad, si hubo contacto físico o fue virtual, si ya se ha cortado contacto con "C". El malestar en "A" y "B" siempre estará presente (En "B" también hay un malestar importante, bien sea que lo muestre o no), generando una tensión en la pareja difícil de manejar.
Emociones como traición, rabia, decepción, dolor, impotencia, son normales en este proceso. Forman parte del malestar necesario para una reconstrucción, bien sea de la pareja unida, o de la separación.
Una reconstrucción de la confianza en la pareja es muy difícil mientras ese triángulo amoroso siga activo.
Algunos mantienen la creencia de que este triángulo amoroso termina en el momento en que se elimina el contacto con "C", pero NO es cierto. Ese paso es importante, es el inicio, pero NO ES SUFICIENTE.
Es frecuente escuchar en consulta: "Pero ya no hablo más con esa persona", "Lo bloqueé de todos lados". "Corté todo tipo de comunicación". Con la esperanza de que eso calme el malestar de su pareja y todo se resuelva.
La realidad es que ese triángulo se mantendrá activo mientras el recuerdo esté presente en "A" y/o "B".
Una vez formado el triángulo en la realidad (virtual o física), el recuerdo constante y con emociones intensas es suficiente para que siga afectando la relación.
¡Los actos tienen consecuencias emocionales! Luego de una infidelidad con lo que hay que lidiar es con esas consecuencias, negarlas no ayuda a mejorar la situación.
¿Cómo las niego? Con frases como: "Ya te pedí perdón, qué más quieres", "Vas a volver a hablar de lo mismo", "Ya no tengo contacto con esa persona".
Se da a entender que lo único importante es lo observable. Pero los que sientes (lo no observable) NO lo es y por ende no es válido. En mi experiencia esa es una de las mayores dificultades en la infidelidad.
CONSEJO
Si eres la persona infiel valora las emociones de tu pareja. Pide disculpas y rompe relaciones con "C", pero entiende que ese es solo el primer paso. ¡Falta camino por recorrer!
Si fuiste engañad@ entiende que quien te traicionó fue tu pareja, no la tercera persona. Haz un esfuerzo por no meter a esa persona en las discusiones, rompiendo el triángulo amoroso.
No me refiero a olvidar, considero que eso es imposible, pero si dirigir tu malestar hacia tu pareja.
Tampoco minimices tus emociones. Tienes todo el derecho de sentirte ofendid@, humilad@, dolid@, decepcionad@, entre otras. Pero que eso no impida que puedas ver los esfuerzos de tu pareja, si los hace.
Una recomendación para ambos: si es muy doloroso, y sentimos que la situación nos supera busquen ayuda profesional.
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Lic. Olga Valderrama
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