No podemos comprar acceso a la felicidad. De hecho el comprar de manera descontrolada o sin un sentido claro es el camino directo a la carencia.

La abundancia es un estado constante de progreso y bienestar en todas las áreas de tu vida, pero cuando esto incluye una acumulación material innecesaria, desviamos nuestro rumbo hacia la abundancia por el camino opuesto.

La abundancia no es tenerlo todo ni es tener lo más caro, es tener lo que realmente vas a apreciar en tu vida actual o inmediata, con la calidad óptima necesaria, en el momento en que lo deseas tener.

Cuando la abundancia se confunde con una ambición insaciable empezamos a acumular cosas, más por lo que dicen de nosotros, por nuestro ego, por la imagen o por tratar de mostrar a otros como queremos ser percibidos.

La realidad es que la felicidad no llega con la compra, ni la verdadera abundancia la define lo que poseas sino como lo poseas, ¿Qué sentido tiene en tu vida eso que deseas y cuál es el uso real en disfrute, a largo plazo?.

Para algunas personas puede parecer contradictorio tener una vida en abundancia y no tener un exceso de cosas materiales, pero la realidad que todo lo que compras consume tu energía, espacio en tu casa, atención y recursos.

Las compras -endeudándote o en exceso- te desconectan de tu verdadera relación personal con la abundancia, que es la capacidad de sentirte fabuloso sin mayor razón y desde ahí comprar lo que requieras o desees, dentro de un sentido de vida claro y planificado.

No estamos hablando de contracción o limitación, sino de aprovechar todos tus recursos con un fin último. De mantenerte enfocado en lo que es realmente valioso en tu vida, ahora.

Comprar con consciencia es direccionar nuestro tiempo, energía y dinero en lo que resulta valioso para nuestra vida ahora y tomando en cuenta factores como nuestra capacidad de endeudamiento, nuestra necesidad real de compra, así como el disfrute y la razón emocional detrás de la transacción.

Abundancia es tener las cosas que más valoras en la cantidad justa y con un propósito claro de quién eres y hacia donde vas; desde una total alineación personal de tu mente, emoción y espíritu.

Pensamientos  finales:

• No es más, es lo más adecuado para tu felicidad real.
• Comprar no es un placer, el placer es darle un sentido profundo a eso que compras.
• No compres lo que no necesitas o lamentarás descontrolar tu energía y finanzas.
• Revisa por qué quieres comprar eso realmente ¿Te mueve el miedo y la inseguridad? ¿O la claridad y el merecimiento?
• Compra experiencias por encima de cosas. La mente asocia la experiencia y sus recuerdos con felicidad.
• Compra calidad por encima de frecuencia.
• Compra (si te hace sentido) a largo plazo.
• Compra sin incluir la opinión de otros.
• Si lo que compras te va a definir, estás comprando por las razones equivocadas.

Hazte un experto en ti, conoce tus razones y prepara tu mente, pon tu Mente en Forma.

Gracias por leer estas palabras pensadas para contribuir en tu crecimiento y abundancia.Te invito a ver más vídeos, disfrutar audios o ver entrenamientos disponibles cada mes en cada sección de esta página.

No te conformes con lo que tienes si la abundancia es posible,  ¡Pon tu Mente en Forma!.

Claudia